Hoy hace seis años que cumplí 18, me acuerdo bastante bien, entre otras cosas porque preparaba selectividad y esos nervios previos al que posiblemente sea el examen decisivo y a la vez más estúpido de una etapa de tu vida, ésos no se olvidan.
Por aquél entonces recuerdo que escribí algo, decía que cumplía 18, que era mayor de edad y la única diferencia con el día anterior era que legalmente podía ir a la cárcel; tenía que seguir estudiando, seguía nerviosa y pensaba en vacaciones. Todo igual.
Por contra, hoy, ha cambiado todo, pasé aquello, entré en la universidad, la terminé, fui de Erasmus, empecé a trabajar, cambié de trabajo, de pareja en un par de ocasiones o más, quizás no en ese orden exacto, pero eso son minucias.
Diferente, he cambiado de corte y color de pelo otras tantas veces, he viajado y he conocido a mucha gente, pero al final es lo mismo. Un 12 de junio en el que todos están estudiando y te toca conformarte con una tarta de chocolate (que me encanta, todo hay que decirlo).
La vida es diferente, lo que hago es diferente y puede que lo que piense, unos dicen que maduramos, otros dicen que cambiamos, pero que seguimos igual. Es probable que de todo un poco, aunque también lo es que con cada persona hagamos una cosa, sin motivo aparente, por afinidad, porque no queremos darnos a conocer más, a saber cuántas razones hay en cada cosa que hacemos.
Yo, he decido reaparecer, dejar atrás una etapa y volver con otra, en la que contar historias, quejarme o comentar lo que me apetezca y puede que a veces, os desgrane poco a poco un poco más de mí, para que, quién sabe, vayáis perfilando la imagen que tenéis de mí, o simplemente para que os podáis hacer alguna.
Bienvenidos al mundo rosa de las historias.
De conformarte sólo con una tarta de chocolate nada, que en dos días habrá que darlo todo!!
ResponderEliminarUn placer que vuelvas por estos lares (y que por fin hayas cambiado de color, todo hay que decirlo).
Un beso! Y felicidades de nuevo =)