viernes, 21 de marzo de 2014

Poesía

Hoy es el día Internacional de la poesía, y sí, hay demasiados días para todo, de hecho también el de del bosque y el síndrome de Down.

Me centro en la poesía, que es eso que nos gusta cuando somos pequeños porque nos suelen enseñar poemas con rima consonante y que tienen ritmo, pero que cuando crecemos, descubrimos que hay muchos poemas que ni siquiera riman y son maravillas.

La poesía como todo, tiene autores muy dispares y unos gustan a unos y otros a otros, no vamos a entrar en ese detalle o no acabaríamos, a mí hay dos en concreto que me enamoran, así que os regalo dos poemas este día.

 
Una mujer desnuda y en lo oscuro
 

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
 
Mario Benedeti.
 
 




Si tú me olvidas
 
QUIERO que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.
 
Pablo Neruda


Si has llegado hasta aquí, quiero un libro de poemas de Benedetti, por si te da por regalarme algo seas quien seas.
 







1 comentario:

  1. ¡Muy bien elegidos los poemas y los poetas! (Y capto la indirecta del regalo.)

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