Era su forma de terminar el día.
Cogía el cuchillo del cajón y vacilaba
mientras, lo pasaba por el cuello de su marido.
Y el dormía.
Lentamente.
Le decía adiós a la luna,
Miraba las estrellas, por si tenían un mensaje.
Se despedía cada noche.
Se asomaba a la ventana para respirarla.
Por si era la última que veía en libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ideas