No te vayas, quédate aquí, conmigo.
Siéntate a mi lado, déjame que te cuente, que me apoye en tu hombro, que te acaricie mientras, que me quede dormida.
Pero no te vayas, despiértame entonces y juega con mi pelo, déjame darte un beso y pasa tu mano por mi espalda, acompáñame a mi cama y quédate conmigo.
No te vayas.
Ni esta noche, ni mañana, ni aunque pasen los meses, los años; no te vayas.
Quédate, aquí, o en cualquier lugar.
O pídeme que sea yo la que se quede esta noche.
Pídeme que no me vaya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ideas